Ingredientes:

Carne picada (de la cantidad que vayáis a utilizar son tres partes de ternera por una de cerdo)

Huevo

Perejil

Sal

Canela

Pan duro remojado en leche

Harina (yo utilizo de espelta, pero vale harina de trigo)

Aceite de oliva virgen extra

Para el tomate:

1 kg de tomate

Zanahoria

Cebolla

Ajo

Sal

Azúcar

Preparación:

Al igual que en recetas anteriores, esta se hará en dos partes. Por un lado, prepararemos las albóndigas y por otro la salsa de tomate natural.

Vamos con las albóndigas. Ponemos en un bol la carne picada, el huevo, perejil, sal y dos o tres cucharitas de café de canela en polvo. Previamente también hemos cortado un pan y lo hemos puesto en remojo con leche. Cuando se haya humedecido cogeremos la miga y las partes blandas y le escurrimos la leche y lo echamos al bol de la carne. Esto nos va a ayudará a que se ligue la mezcla de la carne que estamos preparando.

Cuando ya tengamos todos los ingredientes en el bol vamos manos a la obra, sí sí manos a la obra, porque introducimos nuestras manos en el bol y toca mezclar muy bien todos los ingredientes para que se unifiquen. Cuando lo tengamos listo lo metemos un ratito en la nevera para que se ligue bien y coja consistencia.

Mientras tanto podemos empezar a hacer el tomate natural. Para ello, sofreímos cebolla y ajo para hacer la base del tomate. Mientras se hace esto vamos descorazonado los tomates y cortamos en gajos junto con una zanahoria que también pelamos y cortamos en trocitos. Cuando la cebolla y los ajos estén listos, incorporamos los tomates y la zanahoria y bajamos el fuego para que se hagan. Ponemos un poco de sal y una pizca de azúcar o panela para quitar la acidez del tomate.  Una vez terminado lo pasamos por el chino o la batidora o lo podemos dejar entero si nos gustan los tropezones.

Mientras se está cocinando el tomate podemos volver con las albóndigas, las sacaremos del frigorífico y comenzaremos a darle forma. Para ello iremos cogiendo porciones, (yo utilizo como unas pinzas con forma redondeada que me proporcionan la misma cantidad de carne cada vez) y esta porción la pasaremos por un poco de harina para poder hacer las bolitas y que se mantengan. Una vez hechas, las colocó en una bandeja para luego marcarlas un poco en aceite de oliva virgen extra o también las podríamos meter al horno. Cuando estén listas, se reservan en una sartén para incorporar el tomate por encima y llevarlas un poco a ebullición para que terminen de hacerse por dentro.  

Y…¡ voilà! … listo para comer. Podemos acompañarlo con arroz, papas, quinoa, lo que nos guste.