PERMEABILIDAD INTESTINAL
Hoy os traigo un post sobre permeabilidad intestinal, ese término que tanto se oye en los últimos tiempos.
Pues la permeabilidad intestinal es uno de esos tantos sistemas de seguridad que tienen nuestro organismo para protegernos del exterior. Nuestra superficie intestinal está continuamente en contacto con una enorme cantidad y variedad de macromoléculas derivadas de virus, bacterias, toxinas y de los alimentos que ingerimos.
Por las características fisicoquímicas que poseen, la mayoría de estas macromoléculas pueden convertirse en antígenos alimentarios si alcanzan intactas el sistema inmunológico. Pero sólo una mínima cantidad de estas proteínas alimentarias (aproximadamente un 2% de la dosis ingerida), atraviesa la barrera epitelial y finalmente se convierte en antígenos circulantes.
Para proteger la superficie intestinal del continuo bombardeo antigénico, el sistema inmune entérico (lámina propia del intestino), dispone del 80% de las células productoras de inmunoglobulinas y de un complemento único de mastocitos. La integridad de estos factores es necesaria para evitar el paso excesivo de antígenos al torrente circulatorio.
De esta manera, el exceso antigénico puede alcanzar el sistema inmune, tras rebasar el epitelio a través de las uniones intercelulares estrechas (tight junction), atravesando las células epiteliales mediante endocitosis o siendo transportados por las células M situadas sobre las placas de Peyer.
Cuando estas tight junction se encuentran deterioradas debido a diversos factores ambientales (estrés térmico, estrés psicológico, AINES, deficiencia de vitamina D y Zn, aditivo en alimentos procesados, prolaminas y lectinas, comidas rápidas o basura, alcohol, disbiosis o SIBO), estas se rompen y los enterocitos se separan. Dejando entonces un canal de entrada mucho más amplio que permite el paso de esas moléculas de mayor tamaño perjudiciales para nuestra salud.
Cuando estas moléculas atraviesan esa barrera física, acceden al torrente sanguíneo y es entonces cuando nuestro sistema inmunitario las reconoce como extrañas y comienza la batalla. Se activan los mastocitos y basófilos, y se produce una cascada de reacciones bioquímicas donde se libera su contenido granular (histamina, TNF-α, triptasa, serotonina), produciéndose entonces la respuesta inflamatoria. Si esta inflamación es mantenida en el tiempo, porque la barrera intestinal no se restablece, podemos hablar del Síndrome del Intestino Permeable y de una inflamación crónica de bajo grado.
Tenéis que tener en cuenta una cosa, aunque esto sea a nivel intestinal puede conllevar otros muchos problemas en el resto de nuestro organismo. Ya sabéis que al intestino se le conoce como el “segundo cerebro” por las respuestas que genera en otras partes de nuestro organismo.
Es importante que ante sospecha de esta patología o molestias digestivas de forma reiterada acudáis a un graduado en Nutrición, que os realice una valoración nutricional completa y que os ayude con la dieta más apropiada para restablecer vuestro aparato digestivo. Yo estaré encantada de atenderos.
Espero que os sirva de ayuda y que hayáis aprendido un poquito más sobre cómo funciona nuestro maravilloso organismo. Acordaros ALIMENTACIÓN CONSCIENTE y buscar un graduado en Nutrición para que os ayude con este tipo de patologías.