Aproximadamente, entre un 15 y un 40 % de los pacientes oncológicos presentan malnutrición en el momento del diagnóstico del cáncer. Este porcentaje varía en función del estadio y tipo de tumor.
Sin embargo, la incidencia de desnutrición aumenta conforme evoluciona la enfermedad y puede afectar hasta a un 80 % de los pacientes.
En el paciente oncológico, la desnutrición puede llegar a interferir con la normal respuesta del paciente frente a la neoplasia y con la eficacia de los tratamientos oncológicos, y provocar un descenso en la respuesta del tratamiento y en la mediana de supervivencia.